Los beneficios del entrenamiento con electroestimulación (EMS) son muchos, enumerados nos producirán un interesante lista, unos que resultarán más interesantes que otros, pero lo que deriva de esta enumeración es muy importante ya que los beneficios no son excluyentes entre sí, se suman uno a otro cada vez, y es ese efecto sumatorio que se produce cada vez que aplicamos la estimulación muscular el que proporciona sus resultados sorprendentes, cada vez que utilizas electroestimulación estás obteniendo todas y cada una de las ventajas siguientes:
AHORRO DE TIEMPO
Hay que destacar el ahorro de tiempo que supone poder utilizar la estimulación muscular en cualquier lugar, en cualquier horario, las 24 horas del día, el ahorro de tiempo forma parte esencial de este tipo de entrenamiento, hay muchas otras ventajas, todas ellas importantes, pero para cualquier persona el ahorrar tiempo implica poder dedicarlo por ejemplo a dedicar más tiempo a sus hobbies, familia, hijos, trabajo, y en general, en lo que se desee emplear. El entrenamiento con EMS nos permite ejercitar todo nuestro cuerpo de forma integral en solo 20 minutos con dos sesiones de entrenamiento semanales (8 sesiones por mes) bastara para ver excelentes resultados y mantenernos sanos.
AUMENTA LA FUERZA
La fuerza localizada en el grupo muscular que nos interesa especialmente y desarrollo de la masa muscular. Ambas cosas son posibles debido a que podemos trabajar con unas frecuencias elevadas permitiendo que el músculo se someta a una sobre estimulación, ya que elevando la intensidad conseguiremos que cada vez más fibras se impliquen en el trabajo muscular requerido.
REDUCE EL RIESGO DE LESIONES
Mínimo o nulo riesgo de una lesión ósea, ligamentosa o tendinosa, el músculo es un tejido capaz de ser sometido a sobrecargas extraordinarias mantenidas en el tiempo y al que es muy difícil lesionar, su capacidad de adaptación es muy superior a la de huesos músculos y tendones, ello quiere decir que con un entrenamiento específico dedicado a la musculatura en el cual las articulaciones, ligamentos y tendones no van a estar sometidos a sobrecargas añadidas de impactos, cambios de dirección, etc; vamos a obtener justo aquello que deseamos: mejorar la fuerza resistencia, sin que nuestra estructura articular sufra lo más mínimo y por lo tanto disminuiremos de forma radical la posibilidad de lesiones deportivas en nuestro entrenamiento, pero no sólo en el entrenamiento con electroestimulación puesto que al conseguir mayor fuerza y masa muscular este tejido tan adaptable y que forma parte indispensable del elemento de amortiguación en nuestro cuerpo nos protegerá también de las sesiones en el trabajo de campo.
Disminución de la carga cardiovascular en el entrenamiento
Nos encontramos con que muchas personas desean mejorar su resistencia aeróbica sin producir un aumento de la pared cardiaca, los entrenamientos cotidianos de fuerza son capaces de favorecer el desarrollo de la pared cardiaca y ello en deportistas cuyo objetivo esencial es el logro de una mejora aeróbica limitará sus capacidades. Corredores y ciclistas han podido comprobar cómo el aumento de trabajo de pesas en gimnasio tiende a favorecer una hipertrofia de la pared cardiaca, aunque sea de una forma mínima disminuye el flujo cardiaco y eso es algo que en modo alguno desean los deportistas cuya actividad se refiere especialmente a deportes de resistencia. Con electro estimulación conseguimos niveles muy altos de carga de trabajo muscular, adaptaciones que van a provocar sobre todo un desarrollo de la fuerza muy elevado y todo ello sin someter a nuestro cuerpo a estrés cardiovascular.
Mejora de la capilarización y vascularización
Está perfectamente demostrado que al estimular un músculo con bajas frecuencias obtenemos una elevación del riego sanguíneo local muy intensa, ha quedado probado que ello genera una adaptación de tal modo que la capilarización local aumenta y ello favorecerá tanto la respuesta más intensa y prolongada en el tiempo de las fibras musculares rojas como de las fibras blancas.
Y luego de estos seis aspectos que hemos definido se derivan una cantidad casi infinita de ventajas prácticamente imposibles de enumerar tales como puedan ser mejorar otras condiciones físicas como la elasticidad, tener a nuestro alcance medios que nos permiten disminuir el dolor, recuperar más rápido y adaptarnos al entrenamiento con mayor facilidad tras una lesión, poder exigirnos una mayor cantidad de trabajo físico muscular sin riesgo de lesión o fatiga física o psíquica, y así podríamos seguir enumerando una cantidad de beneficios y ventajas que se derivan de los seis primeros puntos que hemos expuesto anteriormente.